Nube Negra

Nube Negra

Es grande la tristeza
Que me arropa esta noche.
Sin embargo,
No serán estos versos
Los más tristes que podré escribir.

Pues ni ella , ni nadie, los merecen.
Así como tampoco,
Para dejar las cosas en claro,
Merecen ni mis lagrimas,
Ni mucho menos mi sangre.

Aun así lloro,
Mas no son mis ojos
El opaco manantial,
De donde brotan las lagrimas.

Es mi corazón el que llora,
Cargando en si la agonía de mártir,
En la hora en que sus huesos
Se enfrentan al fuego de la hoguera.

Que desprende uno a uno
Pedazos de su carne,
Lentamente y sin piedad...

Y es así como mi alma se deshace,
Perdiéndose en un sollozo clandestino
Que late en mi pecho herido,
Ahogándose como grito de cárcel.

Quisiera poder volver a la tierra
En un fugaz instante,
Pero para poder hacer esto
Necesitaría tener intacta el alma,
Para poder entregarla
Y así pagar el boleto
Para tal viaje.

Sin embargo, no puedo.
Pues esta se volvió humo
Y flota en una negra nube.
Resultado del churrasco,
Que es ahora mi carne.

Bienvenida la locura

Bienvenida la locura

Bienvenida la locura
Que se sienta bien el sufrimiento
Que lluevan cantaros de palabras complicadas
Que se inunden los jardines del ocaso
Que venga la palabra
Abridle paso.

Que las tardes tristes me cobijen
Que el viento me lleve de su mano
Que las lagrimas se dibujen
Y la sonrisa salga temprano

Que la música cubra el firmamento
Que lentamente se desnude el árbol
Que el frío se vuelva cercano
Y el calor llegue cansado

Que la soledad se vuelva amiga
Que el camino deje de ser extraño
Que la luna tranquila
Acompañe mis pasos

Que las ideas terminen el peregrinaje
Que duerman en un llano
Que las palabras se vuelvan poesía
Que los versos recorran la geografía
Y bañen en el río encantado.

En mis tardes, escribo yo

En mis tardes, escribo yo

En mis tardes de borrachera biliosa
Y embriaguez estomacal
La esencia del universo,
O por lo menos, parece la cosa,
Ser un poco personal.

Se vuelven tirriosas las sustancias
Que corren por mis venas,
Volviéndose ríos de aire
Que no llevan a ninguna parte.

Mentiras,
Se vuelven las estrellas,
Y su infinito delirio
Me arropa dejándome tieso
En un océano de inconformidad.

La luna no llega,
El sol hace rato se marcho.
Y mientras se eterniza la espera,
Escupo la bilis,
Vomito sangre,
Y me baño en el aire
Llegando a ninguna parte.

Es decir,
Escribo yo