Soy libre, soy esclavo
Un perfume sublime
Ata mis manos.
Deliciosa cadencia
Me transforma en esclavo.
Un profundo respirar,
Se vuelve malsano.
Ojos verdes y azules,
Grises, negros y castaños,
Endulzan mis dolores,
Acaramelan mi llanto.
Brisas cristalinas
Que ciernen sonrisas
En aquellos labios,
Terminan fluyendo
En ríos amargos.
Presencia infinita
De alas benditas,
Que con su vuelo
Poco a poco,
Con prisa de loco,
Al cielo,
Me van acercando.
Esta es la verdad,
Y puede ser contrariedad:
Por este Señor,
Soy libre y soy esclavo.
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