En un hecho sin precedentes 2 pandillas del oriente de Cali se tomaron las calles de la urbanización “El Ángel del Hogar”, o lo que vagamente se parecía a esta, mientras propios y extraños, incluyendo a la fuerza pública, pausaban su diario deambular para contemplar dicho espectáculo.
Apelando a una arcaica ley, que yacía escondida en los archivos de la ciudad estas dos bandas pudieron salirse con la suya. Dicha ley provee que si hay algún registro de cualquier disputa entre ciudadanos o localidades, esta se puede resolver de una manera “civilizada”, observando reglas pactadas por las autoridades y las partes interesadas en el conflicto. Dichas reglas incluían pausas cada 15 minutos para que los “participantes” de la batalla pudiesen tomar un respiro, las armas a usas, correas y pequeños objetos contundentes, solo habitantes de las dos localidades que estuviesen registrados en el ultimo censo en domicilios de dichas localidades podrían participar.
La ley explícitamente citaba que el campo de batalla sería la localidad en la cual se encontrase la oficina en la cual se sentó el registro de la disputa, lo cual le correspondió a la urbanización “El Ángel del Hogar” en cuyos predios fue fundada dicha Agencia en 1547.
Desde mi cama, Sábado por la tarde, reportando aquí, Dulce Sueño
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